Un fin de semana en Tarragona descubriendo los monumentos romanos de Tarragona declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2000.
La ciudad de Tarraco fue la primera fundación romana fuera de Italia y más tarde, la capital de una gran provincia del imperio. El patrimonio que dejaron los romanos es enorme. Por eso, para completar la ruta romana que os proponemos, tendréis que aprovechar intensamente el fin de semana… ¡y todavía os quedarán cosas por ver, para la próxima vez que visitéis Tarragona! Eso sí, al terminar la ruta que os proponemos, conoceréis la historia de la Tarragona romana mejor que muchos tarraconenses.
VIERNES TARDE
Acueducto de Les Ferreres (popularmente conocido como el Puente del Diablo) ¡Bienvenidos a Tarraco!
Una de las obras más colosales de la ingeniería romana en Tarraco. El acueducto de Les Ferreres era uno de los puentes de los dos canales principales que abastecían de agua la ciudad romana. El monumento se encuentra en las afueras de Tarragona, a tres kilómetros del centro. Si llegáis por la AP7, en sentido Barcelona - Valencia, lo podréis contemplar desde el mirador del área de reposo, en la misma autopista. Pero si queréis contemplarlo con tranquilidad, aparcad el coche en el aparcamiento de la carretera de Valls (N-240) y, atravesando la puerta de la finca, adentraos en el bosque que rodea el acueducto. Antes, podéis observar los paneles informativos que hay en la entrada, con cuidados dibujos que recrean perfectamente la construcción del puente romano.
Tomad el agradable sendero que os lleva hasta la parte superior del acueducto y cuando lleguéis, además de disfrutar de la vista de la impresionante construcción, podréis pasear por encima, por el mismo canal por donde pasaba el agua que iba hacia Tarraco hace dos mil años. Este es el lugar ideal para empezar vuestra ruta romana de Tarraco y más si es por la tarde, ya que podréis disfrutar de una bellísima puesta de sol. Cuando cae la tarde, la luz del sol ilumina el acueducto, encendiendo la piedra dorada tan típica de los monumentos romanos de Tarragona.
Si os gusta madrugar, vale la pena levantarse temprano el sábado para pasear por la Part Alta, que es como los tarraconenses llamamos al centro histórico de la ciudad. La plaza del Pallol, la calle Mayor o la plaza de la Font son buenas opciones para desayunar bien mientras observáis cómo se va desperezando la ciudad.
Eso sí, a las once en punto comienza la visita guiada “Tarragona romana” de Itinere, que os ayudará a entender cómo era la antigua Tarraco y que incluye la entrada a monumentos y unas magníficas explicaciones para conocer la fundación y evolución de Tarragona desde la llegada de los romanos hasta nuestros días. Os atenderán en la oficina de Itinere, situada en el Portal del Roser. El tour comienza en las murallas y termina en el anfiteatro. Dos horas y media que pasarán sin daros cuenta, gracias a las entretenidas explicaciones de nuestros guías, a quien podréis preguntar no solo cualquier duda de la historia de Tarragona que tengáis, sino también dónde comer, qué actividades hacer en la ciudad y alrededores y otras recomendaciones para aprovechar vuestro fin de semana tarraconense.
Los guías de Itinere empezamos el tour mostrándoos Tarraco en la maqueta arqueológica, una visión de la ciudad en el siglo II. Aquí veréis perfectamente la magnitud y la potencia de la ciudad en época romana y al mismo tiempo, os ayudará a reconocer, en nuestro paseo posterior por la ciudad, dónde estaban los principales monumentos de la ciudad romana, hoy integrados en el centro histórico de manera más o menos visible. Y con esta pequeña base histórica, empezamos la ruta, por supuesto, por nuestras murallas romanas, las más antiguas fuera de Italia. A la entrada del paseo Arqueológico, podréis tocar unas murallas de más de dos milenios, luego continuaremos hacia el punto más alto del barrio por callejuelas empedradas hasta llegar a la antigua zona de culto imperial que había acogido el templo de Augusto y donde ahora se alza la Catedral, construida en época medieval.
Con las explicaciones y el material gráfico que incorpora la visita, descubriréis que en este nivel superior, hace cerca de dos mil años, se erigía el templo imperial, enmarcado en una monumental plaza de culto. Añadiremos unas pinceladas sobre la Catedral: cuándo se construyó, el cambio de piedras de la fachada, por qué no está terminada… y seguimos hacia el Foro Provincial, antiguamente plaza del gobierno de la Hispania Citerior y donde ahora viven unas 2000 personas. Qué bonito, los sábados, pasar entre los puestos de fruta y verdura del mercado de campesinos en la plaza del Fòrum.
Pero no nos confundamos, la plaza del foro donde ahora hay mercado todos los sábados es tan solo un pequeño rincón si la comparamos con la descomunal plaza de representación romana, sede del gobierno provincial de hace 2000 años.
Bajamos por la calle Santa Anna, nos espera la parte más espectacular de la visita guiada a la Tarragona romana: el circo romano. Primero descubrimos sus dimensiones paseando por el barrio que ahora puebla el interior del antiguo estadio y luego entraremos por las mismas puertas que cruzaban los espectadores de hace casi dos milenios cuando venían a ver las carreras de carros de caballos y a animar como desesperados a su equipo. Os sorprenderá el buen estado de conservación de las bóvedas y pasillos bajo las gradas.
Y para terminar la visita, contemplaremos el magnífico anfiteatro romano junto al mar. No os podéis ni imaginar la cantidad de usos y funciones que ha tenido este monumento hasta nuestros días, prestad atención a las explicaciones de vuestro guía porque os sorprenderá.
Una vez terminada la visita guiada a Tarraco, podéis comer exactamente en el mismo lugar donde gobernadores y emperadores presidían las carreras de bigas y cuadrigas del circo: la pizzería Pulvinar. El pulvinar era una especie de palco del estadio que, además, hacía de conexión con el Foro provincial. ¡Os sentiréis como auténticos emperadores! Pero si prefierís cocina más local, hay un restaurante justo encima del potentísimo muro del Forum provincial, se llama Entrecopes y ofrece un menú de fin de semana con muy buena relación calidad-precio.
Museo Arqueológico Nacional de Tarragona (MNAT), una de las colecciones arqueológicas más antiguas del Estado.
Con los conocimientos adquiridos durante la visita y después de comer en el palco de las autoridades romanas, toca bajar a pie hasta el barrio marítimo de la ciudad, el Serrallo, para visitar el MNAT, en su emplazamiento provisional. Ahí podréis ver piezas espléndidas como el mosaico de Medusa, la Muñeca de Marfil, los platos de Júpiter-Ammón y objetos simples que nos han enseñado a comprender cómo era el modus vivendi del mundo romano en Tarraco.
Durante 2023, la colección permanente del museo volverá a su edificio original de la plaza del Rei, totalmente remodelado.
Mediodía en el Foro de la colonia, el centro de la ciudad romana.
Casualmente o no, el centro de la ciudad romana se encuentra cerca de la principal arteria comercial de la ciudad contemporánea, el Mercado Central. Os viene de paso para bajar al Museo Arqueológico de Tarragona. En el Foro de la colonia, están museizados los restos del centro de la vida pública en Tarraco, el lugar desde donde Augusto impartió justicia en su estancia en la ciudad. Antes o después de esta visita, es recomendable entrar en el Mercado Central, edificio modernista de 1915 restaurado recientemente, donde también se puede comer desde una fideuada hasta sushi o una tapa típicamente tarraconense.
Necrópolis paleocristiana. Un cementerio impresionante.
El billete del MNAT también incluye la entrada a la llamada Necrópolis Paleocristiana, uno de los primeros cementerios cristianos de época antigua en Occidente. Como el día es largo y habéis cogido energías comiendo en el Mercado Central, os da tiempo a ver el MNAT y la Necrópolis en una misma tarde. Este yacimiento da a entender que hace dos mil años, Tarraco era una ciudad muy cosmopolita. Por ejemplo, veréis inscripciones griegas y difuntos de procedencia muy diversa, incluso de Egipto. Desde que la necrópolis empezó a excavarse en 1923, afloraron más de 2000 tumbas que aportan información infinita sobre la sociedad antigua de Tarraco.
Como os encontráis en la parte baja de Tarragona, os recomendamos cenar en el barrio del Serrallo, un barrio formado a partir de finales del s. XX pero con una marcada identidad marinera. ¡Saboread su cocina marinera!
DOMINGO
Aeger tarraconensis: La villa romana de Centcelles
Dicen que un buen día, la propietaria de una casa de campo se levantó con ganas de hacer reformas en casa. La sorpresa vino cuando, al cambiar el techo, descubrió que en la cúpula había un precioso mosaico de época romana. La mujer se quedó sin casa, pero gracias a ella, ahora todos podemos disfrutar del magnífico conjunto romano de Centcelles, en las afueras de Constantí, pueblo vecino de Tarragona. No os lo perdáis, porque a pesar de ser un gran desconocido, este monumento debería ser visita imprescindible de toda ruta romana, ya que posee el mosaico más antiguo descubierto en Occidente de temática cristiana situado en una cúpula.
Esta imponente villa romana está situada en las afueras de Constantí. El camino está bien señalizado y una vez allí, no hay ningún problema en aparcar.
Aeger tarraconensis: La torre de los Escipiones
Se trata de un gran monumento funerario como muchos de los que había en la Vía Augusta, con la diferencia de que milagrosamente, se ha conservado mucho mejor que el resto, casi toda su altura inicial. En honor a la verdad, cabe decir que no hay enterrado ningún Escipión, simplemente fue el nombre que le dieron, equivocadamente, pasada la Edad Media, al ver a dos hombres esculpidos en relieve en la fachada de la torre. En realidad, son dos imágenes idénticas de la divinidad oriental Atis. Atención, recientemente ha sido noticia que durante una noche de tormenta, cayó un rayo justo en medio de la torre y resquebrajó su parte central, ahora a la espera de próxima restauración.
La torre de los Escipiones está cerca de las playas de Tarragona, la Mora y Altafulla, por eso os recomendamos comer en uno de los muchos establecimientos que encontraréis en ellas.
Aeger tarraconensis: La cantera del Médol
En este espacio hundido en medio del bosque, el tiempo parece haberse detenido. Como toda cantera, es el lugar de dónde los romanos sacaban los bloques de piedra dorada para las construcciones más imponentes. Lo más sorprendente es que dejaron un bloque de piedra que a medida que los canteros iban extrayendo material, se iba convirtiendo en una esbelta aguja en medio de la cantera. Es el testimonio de la extracción de miles y miles de sillares de piedra dorada que ahora forman parte de los monumentos romanos de Tarraco. Sin duda, un lugar encantador que os llevará a conocer una historia escondida en los libros de texto.
Aeger tarraconensis: La villa romana de los Munts
Según la inscripción de un pedestal, un señor que nació en Augustobriga (actual provincia de Soria) y que llegó a ser duumvir de Tarraco, algo así como alcalde, se hizo construir una casa junto a la hermosa playa de Altafulla. Podríamos decir que se trata de "la primera casa de veraneo de un mandatario". Algunos de los mosaicos originales de la villa todavía se conservan in situ y hay un pequeño museo que ayuda al visitante a entender cómo era el complejo: la mansión, el conjunto termal y, en la parte posterior de la casa, la zona agrícola, con una cisterna muy bien conservada.
Aeger tarraconensis: El arco de Berà
Imponente, se erige en medio de la carretera N-340, que replica la antigua Vía Augusta. Si después del fin de semana, volvéis a Barcelona, podéis dejar esta visita para el final, ya que se encuentra en esta dirección. Este arco conmemorativo avisaba a los viajeros del norte que estaban entrando en una ciudad triunfal, capital de provincia, la COLONIA IVLIA VRB TRIVMPHALIS TARRACO.
Esta obra cierra nuestro recorrido por la Tarragona romana declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2000. Ave Salve y hasta pronto viatores*, ¡os esperamos con los brazos abiertos!
Nuestros monumentos
By Cal Jueu
5 June 2023, Sunday
Un fin de semana en Tarragona descubriendo los monumentos romanos de Tarragona declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2000.
La ciudad de Tarraco fue la primera fundación romana fuera de Italia y más tarde, la capital de una gran provincia del imperio. El patrimonio que dejaron los romanos es enorme. Por eso, para completar la ruta romana que os proponemos, tendréis que aprovechar intensamente el fin de semana… ¡y todavía os quedarán cosas por ver, para la próxima vez que visitéis Tarragona! Eso sí, al terminar la ruta que os proponemos, conoceréis la historia de la Tarragona romana mejor que muchos tarraconenses.
VIERNES TARDE
Acueducto de Les Ferreres (popularmente conocido como el Puente del Diablo) ¡Bienvenidos a Tarraco!
Una de las obras más colosales de la ingeniería romana en Tarraco. El acueducto de Les Ferreres era uno de los puentes de los dos canales principales que abastecían de agua la ciudad romana. El monumento se encuentra en las afueras de Tarragona, a tres kilómetros del centro. Si llegáis por la AP7, en sentido Barcelona - Valencia, lo podréis contemplar desde el mirador del área de reposo, en la misma autopista. Pero si queréis contemplarlo con tranquilidad, aparcad el coche en el aparcamiento de la carretera de Valls (N-240) y, atravesando la puerta de la finca, adentraos en el bosque que rodea el acueducto. Antes, podéis observar los paneles informativos que hay en la entrada, con cuidados dibujos que recrean perfectamente la construcción del puente romano.
Tomad el agradable sendero que os lleva hasta la parte superior del acueducto y cuando lleguéis, además de disfrutar de la vista de la impresionante construcción, podréis pasear por encima, por el mismo canal por donde pasaba el agua que iba hacia Tarraco hace dos mil años. Este es el lugar ideal para empezar vuestra ruta romana de Tarraco y más si es por la tarde, ya que podréis disfrutar de una bellísima puesta de sol. Cuando cae la tarde, la luz del sol ilumina el acueducto, encendiendo la piedra dorada tan típica de los monumentos romanos de Tarragona.
SÁBADO
Es sábado, ¡regalaos una gran mañana en la ciudad! Visita guiada a la Tarragona romana con Itinere.
Si os gusta madrugar, vale la pena levantarse temprano el sábado para pasear por la Part Alta, que es como los tarraconenses llamamos al centro histórico de la ciudad. La plaza del Pallol, la calle Mayor o la plaza de la Font son buenas opciones para desayunar bien mientras observáis cómo se va desperezando la ciudad.
Eso sí, a las once en punto comienza la visita guiada “Tarragona romana” de Itinere, que os ayudará a entender cómo era la antigua Tarraco y que incluye la entrada a monumentos y unas magníficas explicaciones para conocer la fundación y evolución de Tarragona desde la llegada de los romanos hasta nuestros días. Os atenderán en la oficina de Itinere, situada en el Portal del Roser. El tour comienza en las murallas y termina en el anfiteatro. Dos horas y media que pasarán sin daros cuenta, gracias a las entretenidas explicaciones de nuestros guías, a quien podréis preguntar no solo cualquier duda de la historia de Tarragona que tengáis, sino también dónde comer, qué actividades hacer en la ciudad y alrededores y otras recomendaciones para aprovechar vuestro fin de semana tarraconense.
Los guías de Itinere empezamos el tour mostrándoos Tarraco en la maqueta arqueológica, una visión de la ciudad en el siglo II. Aquí veréis perfectamente la magnitud y la potencia de la ciudad en época romana y al mismo tiempo, os ayudará a reconocer, en nuestro paseo posterior por la ciudad, dónde estaban los principales monumentos de la ciudad romana, hoy integrados en el centro histórico de manera más o menos visible. Y con esta pequeña base histórica, empezamos la ruta, por supuesto, por nuestras murallas romanas, las más antiguas fuera de Italia. A la entrada del paseo Arqueológico, podréis tocar unas murallas de más de dos milenios, luego continuaremos hacia el punto más alto del barrio por callejuelas empedradas hasta llegar a la antigua zona de culto imperial que había acogido el templo de Augusto y donde ahora se alza la Catedral, construida en época medieval.
Con las explicaciones y el material gráfico que incorpora la visita, descubriréis que en este nivel superior, hace cerca de dos mil años, se erigía el templo imperial, enmarcado en una monumental plaza de culto. Añadiremos unas pinceladas sobre la Catedral: cuándo se construyó, el cambio de piedras de la fachada, por qué no está terminada… y seguimos hacia el Foro Provincial, antiguamente plaza del gobierno de la Hispania Citerior y donde ahora viven unas 2000 personas. Qué bonito, los sábados, pasar entre los puestos de fruta y verdura del mercado de campesinos en la plaza del Fòrum.
Pero no nos confundamos, la plaza del foro donde ahora hay mercado todos los sábados es tan solo un pequeño rincón si la comparamos con la descomunal plaza de representación romana, sede del gobierno provincial de hace 2000 años.
Bajamos por la calle Santa Anna, nos espera la parte más espectacular de la visita guiada a la Tarragona romana: el circo romano. Primero descubrimos sus dimensiones paseando por el barrio que ahora puebla el interior del antiguo estadio y luego entraremos por las mismas puertas que cruzaban los espectadores de hace casi dos milenios cuando venían a ver las carreras de carros de caballos y a animar como desesperados a su equipo. Os sorprenderá el buen estado de conservación de las bóvedas y pasillos bajo las gradas.
Y para terminar la visita, contemplaremos el magnífico anfiteatro romano junto al mar. No os podéis ni imaginar la cantidad de usos y funciones que ha tenido este monumento hasta nuestros días, prestad atención a las explicaciones de vuestro guía porque os sorprenderá.
Una vez terminada la visita guiada a Tarraco, podéis comer exactamente en el mismo lugar donde gobernadores y emperadores presidían las carreras de bigas y cuadrigas del circo: la pizzería Pulvinar. El pulvinar era una especie de palco del estadio que, además, hacía de conexión con el Foro provincial. ¡Os sentiréis como auténticos emperadores! Pero si prefierís cocina más local, hay un restaurante justo encima del potentísimo muro del Forum provincial, se llama Entrecopes y ofrece un menú de fin de semana con muy buena relación calidad-precio.
Museo Arqueológico Nacional de Tarragona (MNAT), una de las colecciones arqueológicas más antiguas del Estado.
Con los conocimientos adquiridos durante la visita y después de comer en el palco de las autoridades romanas, toca bajar a pie hasta el barrio marítimo de la ciudad, el Serrallo, para visitar el MNAT, en su emplazamiento provisional. Ahí podréis ver piezas espléndidas como el mosaico de Medusa, la Muñeca de Marfil, los platos de Júpiter-Ammón y objetos simples que nos han enseñado a comprender cómo era el modus vivendi del mundo romano en Tarraco.
Durante 2023, la colección permanente del museo volverá a su edificio original de la plaza del Rei, totalmente remodelado.
Mediodía en el Foro de la colonia, el centro de la ciudad romana.
Casualmente o no, el centro de la ciudad romana se encuentra cerca de la principal arteria comercial de la ciudad contemporánea, el Mercado Central. Os viene de paso para bajar al Museo Arqueológico de Tarragona. En el Foro de la colonia, están museizados los restos del centro de la vida pública en Tarraco, el lugar desde donde Augusto impartió justicia en su estancia en la ciudad. Antes o después de esta visita, es recomendable entrar en el Mercado Central, edificio modernista de 1915 restaurado recientemente, donde también se puede comer desde una fideuada hasta sushi o una tapa típicamente tarraconense.
Necrópolis paleocristiana. Un cementerio impresionante.
El billete del MNAT también incluye la entrada a la llamada Necrópolis Paleocristiana, uno de los primeros cementerios cristianos de época antigua en Occidente. Como el día es largo y habéis cogido energías comiendo en el Mercado Central, os da tiempo a ver el MNAT y la Necrópolis en una misma tarde. Este yacimiento da a entender que hace dos mil años, Tarraco era una ciudad muy cosmopolita. Por ejemplo, veréis inscripciones griegas y difuntos de procedencia muy diversa, incluso de Egipto. Desde que la necrópolis empezó a excavarse en 1923, afloraron más de 2000 tumbas que aportan información infinita sobre la sociedad antigua de Tarraco.
Como os encontráis en la parte baja de Tarragona, os recomendamos cenar en el barrio del Serrallo, un barrio formado a partir de finales del s. XX pero con una marcada identidad marinera. ¡Saboread su cocina marinera!
DOMINGO
Aeger tarraconensis: La villa romana de Centcelles
Dicen que un buen día, la propietaria de una casa de campo se levantó con ganas de hacer reformas en casa. La sorpresa vino cuando, al cambiar el techo, descubrió que en la cúpula había un precioso mosaico de época romana. La mujer se quedó sin casa, pero gracias a ella, ahora todos podemos disfrutar del magnífico conjunto romano de Centcelles, en las afueras de Constantí, pueblo vecino de Tarragona. No os lo perdáis, porque a pesar de ser un gran desconocido, este monumento debería ser visita imprescindible de toda ruta romana, ya que posee el mosaico más antiguo descubierto en Occidente de temática cristiana situado en una cúpula.
Esta imponente villa romana está situada en las afueras de Constantí. El camino está bien señalizado y una vez allí, no hay ningún problema en aparcar.
Aeger tarraconensis: La torre de los Escipiones
Se trata de un gran monumento funerario como muchos de los que había en la Vía Augusta, con la diferencia de que milagrosamente, se ha conservado mucho mejor que el resto, casi toda su altura inicial. En honor a la verdad, cabe decir que no hay enterrado ningún Escipión, simplemente fue el nombre que le dieron, equivocadamente, pasada la Edad Media, al ver a dos hombres esculpidos en relieve en la fachada de la torre. En realidad, son dos imágenes idénticas de la divinidad oriental Atis. Atención, recientemente ha sido noticia que durante una noche de tormenta, cayó un rayo justo en medio de la torre y resquebrajó su parte central, ahora a la espera de próxima restauración.
La torre de los Escipiones está cerca de las playas de Tarragona, la Mora y Altafulla, por eso os recomendamos comer en uno de los muchos establecimientos que encontraréis en ellas.
Aeger tarraconensis: La cantera del Médol
En este espacio hundido en medio del bosque, el tiempo parece haberse detenido. Como toda cantera, es el lugar de dónde los romanos sacaban los bloques de piedra dorada para las construcciones más imponentes. Lo más sorprendente es que dejaron un bloque de piedra que a medida que los canteros iban extrayendo material, se iba convirtiendo en una esbelta aguja en medio de la cantera. Es el testimonio de la extracción de miles y miles de sillares de piedra dorada que ahora forman parte de los monumentos romanos de Tarraco. Sin duda, un lugar encantador que os llevará a conocer una historia escondida en los libros de texto.
Aeger tarraconensis: La villa romana de los Munts
Según la inscripción de un pedestal, un señor que nació en Augustobriga (actual provincia de Soria) y que llegó a ser duumvir de Tarraco, algo así como alcalde, se hizo construir una casa junto a la hermosa playa de Altafulla. Podríamos decir que se trata de "la primera casa de veraneo de un mandatario". Algunos de los mosaicos originales de la villa todavía se conservan in situ y hay un pequeño museo que ayuda al visitante a entender cómo era el complejo: la mansión, el conjunto termal y, en la parte posterior de la casa, la zona agrícola, con una cisterna muy bien conservada.
Aeger tarraconensis: El arco de Berà
Imponente, se erige en medio de la carretera N-340, que replica la antigua Vía Augusta. Si después del fin de semana, volvéis a Barcelona, podéis dejar esta visita para el final, ya que se encuentra en esta dirección. Este arco conmemorativo avisaba a los viajeros del norte que estaban entrando en una ciudad triunfal, capital de provincia, la COLONIA IVLIA VRB TRIVMPHALIS TARRACO.
Esta obra cierra nuestro recorrido por la Tarragona romana declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2000. Ave Salve y hasta pronto viatores*, ¡os esperamos con los brazos abiertos!
Cal Jueu
4 June 2023, Saturday
próximamente.
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